Por septiembre, los regresos tienen esa elasticidad borrosa de aquéllo que se ve venir desde lejos mirando desde un lugar tranquilo. Así llegan las nuevas ideas y las bienvenidas, revoloteando por el césped calmado del agosto, invitando a releer eso que llamaremos realidad y encuentro. Un placer reencontraros este nuevo curso, os invitamos a leer este poema:
Por septiembre
se te llenan de sótanos los labios
y es relativo el cielo
después de haberte visto preguntarle a la vida.
Pero también el cielo,
arrugado y preciso
como tu cazadora adolescente,
quiere estar entreabierto,
brillar recién amado,
descansando en la hierba
el peso de su larga cabellera de nubes.
Por septiembre
se te llenan de humo los síes en la boca.
Luis García Montero, Diario cómplice
Imagen de Sandra Botani
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